Las familias que vivían en esta ciudad solían construir torres para mostrar su influencia y riqueza, por lo que hoy en día Bolonia alberga muchos edificios de este tipo. En 1088 aquí se fundó la universidad más antigua y los estudiantes constituyen la cuarta parte de la población actual. La parte antigua de la ciudad está bajo la protección de Unesco, y la región de Emilia-Romaña es el centro de la industria de la pasta, la base de la cocina italiana. Entre numerosos lugares de interés se encuentran las torres Asinelli y Garisenda, La Basílica de San Petronio y la fuente de Neptuno.

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